Confrontación con la docencia

En esta primera parte relato mi experiencia en la docencia y mi confrontación con mi actual realidad.

Hola, mi nombre es Uriel Hernández López, estudie ingeniería en sistemas computacionales con especialidad en programación. La verdad es que haciendo una reflexión del porque me dedico a la educación pues creo que algo está en mis genes. Buena parte de mi familia se dedica a la docencia y/o a la educación. Y en lo personal desde que era chavo durante los veranos me dedicaba a regularizar estudiantes o a ayudarles a preparar su examen de admisión, primero a secundaria y luego a bachillerato. Al día de hoy me he dedicado de manera profesional a la docencia desde 1997, después de ejercer la ingeniería por tres años. Esto no fue accidental, sino totalmente causal. Pues ingrese a una escuela como docente por invitación del director en esa ocasión. Esta invitación fue precisamente porque en mi desarrollo como capacitador tenia un método que le agrado, tanto la dinámica como el uso de los recurso didácticos que usaba.

Para mi ser profesor significa muchas cosas, algunas son las siguientes: Ayuda al que ignora algo, desarrollar alguna capacidad de alguien que no era conciente que la tenia, aprendizaje constante, experiencias nuevas con personas muy interesantes, mantener mi mente flexible, desarrollo de nuevas formas de aprendizaje, etc.

He tenido experiencia docente en licenciatura y posgrado, obviamente en media superior. Han significado retos diferentes, y también satisfacciones diferentes. En la actualidad el trabajo del nivel medio superior tiene un significado que antes no tenia, pues ahora tenemos la gran responsabilidad de ayudar al estudiante ha concluir su proceso de maduración y al mismo tiempo coadyuvar con el en su desarrollo cognitivo y conceptual.

Lo anterior me ha reportado diferentes experiencias, tanto satisfactorias como insatisfactorias, sin embargo en todas las ocasiones han sido de amplio aprendizaje y reconocimiento de mis propias carencias como docente. La mas grande satisfacción que he tenido es que tuve la oportunidad de ser director del mismo plantel donde yo me forme en educación media superior.

Esto significo un reto impresionante como persona y como docente, obviamente como directivo. Las expresiones de los estudiantes eran el indicador mas significativo del quehacer educativo de la escuela. Y al final del dia, invariablemente había oportunidad de platicar con algún estudiante sobre el servicio que recibió durante el dia.

Insatisfacciones pues realmente las desecho de mi recuerdo, las vivo, las reviso, de ellas aprendo, registro mi nuevo aprendizaje y las reservo en algún lugar bien guardadas.


En la segunda parte, ya leído el texto de Esteves, sustraigo algunos párrafos (que aparecen entre puntos suspensivos) para comentar en referencia a mi persona como percibo estas descripciones (que aparecen subrayadas).

…..La enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos……

Entiendo esta expresión pues en un sin número de ocasiones lo sentí. En algún momento de mi vida conocí a un viejo maestro que me pidió que antes de iniciar una clase imaginara como seria la forma más divertida de recibir esa misma clase. Si pudiera imaginarla y llevarla a cabo, y que de ninguna manera diera entrada a la frustración por no lograr el resultado deseado. Aquella expresión que dice “si al menos uno de tus estudiantes aprende algo ya la hiciste”, me parece incompleta. En todo caso seria aspirar a que tan solo uno se quedara sin experimentar un nuevo aprendizaje

…… Por último me lanzo un reto: me tengo que divertir explicándolo, y esto es imposible si cada año repito la explicación del tema como una salmodia, con la misma gracia en el mismo sitio y los mismos ejemplos; llevo treinta años oyéndome explicar los temas, en algunas ocasiones, repitiéndolos dos o tres veces en distintos grupos; he calculado que me jubilo el año 2021 y estoy seguro de que moriré de aburrimiento si me oigo año tras año repitiendo lo mismo, con mis papeles cada vez más amarillos y los rebordes carcomidos. La renovación pedagógica, para mí, es una forma de egoísmo: con independencia del deseo de mejorar el aprendizaje de mis alumnos, la necesito como una forma de encontrarme vivo en la enseñanza, como un desafío personal para investigar nuevas formas de comunicación, nuevos caminos para hacer pensar a mis alumnos... “Pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir...”

Esta es una expresion que cuando fuimos estudiantes escuchabamos con frecuencia de nuestros compañeros en referencia a nuestros maestros. Algunos de nosotros nunca pensamos que en el futuro tendriamos una condicion similar. Afortunadamente vivimos una epoca en que el flujo de informacion es tal que nuestros estudiantes llegan al nivel de aburrimiento mucho mas rapido que cuando nosotros estabamos en una butaca. Por consiguiente, no podemos darnos ese tipo de lujos jugando con la ignorancia de los estudiantes pues tarde que temprano ellos estaran enterados de las verdades del conocimiento que sus “maestros” no pudimos proporcionales o compartirles.

…..En este aprendizaje por ensayo y error, uno de los peores caminos es el de querer responder al retrato robot del “profesor ideal”; quienes lo intentan descubren la ansiedad de comparar, cada día, las limitaciones de una persona de carne y hueso con el fantasma etéreo de un estereotipo ideal. Desde esta perspectiva, si las cosas salen mal es por que yo no valgo, por que yo no soy capaz de dominar la clase; y, de esta forma, los profesores novatos se ponen a sí mismos en cuestión, y, a veces, cortan los canales de comunicación con los compañeros que podrían ayudarles:……

Hay que mantener a la vista que de una manera o de otra, nosotros como profesores somos de forma inconciente modelos de nuestros estudiantes. En el momento que tomamos conciencia de esto, tenemos una grave responsabilidad que de ser posible hay que disfrutarla y siempre ofrecerle al estudiante alguna alternativa de modelaje de su propio comportamiento.
….hombres y mujeres empeñados en enseñar a sus alumnos a enfrentarse consigo mismos desde el preescolar hasta la Universidad……

Esta es una condicion que quienes nos atrevemos todos los dias a enseñar a un estudiante nos enfrentamos con una realidad inexistente. Pues debemos pensar mas bien que aprenderemos juntos compartiendo experiencias vividas, sin importar su edad u otras condicionantes propias del individuo.